En el marco de su Ciclo de Conversaciones, Zonamerica organizó junto al Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) el encuentro “La apertura de Uruguay al mundo”, en el que el periodista y comunicador Daniel Supervielle entrevistó a Ignacio Munyo, director ejecutivo del think tank uruguayo.

La apertura del evento, realizado en el auditorio del edificio Celebra, contó con la participación de Orlando Dovat, presidente de Zonamerica, quien destacó la oportunidad de analizar la realidad económica, política y social del país, de la región y del mundo.

“Hoy todo está cambiando permanentemente, vale la pena que se expongan los puntos de vista y nos ilustremos sobre qué posibilidades tiene Uruguay, las reacciones y soluciones que podemos aportar”, señaló.

Durante la entrevista, Munyo se refirió a la importancia de participar en ferias internacionales, y mencionó la reciente experiencia en Dubái. “El pabellón de Uruguay fue uno de los pocos que recibió la visita del jeque, y la participación fue muy buena”, indicó.

Sin embargo, puso énfasis en que el país debe “venderse mucho mejor” y que “hay capacidad para hacerlo”. En este sentido, hizo hincapié en la participación de Uruguay en Expo Osaka en 2025, porque “Japón es clave y representa una oportunidad para posicionar a Uruguay como una pequeña joya en América Latina”.

El economista también reflexionó sobre el eventual Tratado de Libre Comercio con China. Sostuvo que es necesario analizar el escenario de política internacional actual en un contexto de guerra comercial entre Estados Unidos y el país asiático. “Hoy es mucho más caro el acercamiento con China, no desde el punto de vista comercial sino a nivel de imagen e institucionalidad”, apuntó.

De todas formas consideró positiva la decisión de avanzar en un estudio de factibilidad entre ambos países para entender que “Uruguay debe abrirse al mundo”, y que esa apertura “es la madre de todas las reformas”.

Como alternativa, mencionó el Acuerdo Transpacífico de Integración Económica, al que Uruguay pedirá su adhesión. De todas formas, detalló que es necesario cumplir con ciertos requisitos, fundamentalmente vinculados al manejo de las empresas públicas.

Por otra parte, destacó el rol de las zonas francas en la apertura de Uruguay al mundo. “Se generan beneficios fiscales que permiten que se instalen en el país empresas de primer nivel mundial, generando 30.000 puestos de trabajo de calidad, entre empleos directos e indirectos”, señaló.

Sin embargo, comentó que existe una preocupación sobre la tributación mínima global de las multinacionales del 15% en los países donde operan, que fue acordado el año pasado con la firma de 130 naciones, entre las que se incluye Uruguay. “La estrategia para atraer inversiones se logra con regímenes especiales, como las zonas francas y los beneficios para la industria del software. Hay que estar atentos con este tema que afecta directamente a Uruguay”, enfatizó.

Por último, el economista detalló el camino que puede transitar Uruguay y puso como ejemplo la reforma de Australia, impulsada durante los años 1980 y 1990 con la conformación de una Comisión de Productividad que reunió a actores políticos y sociales para impulsar juntos la apertura comercial del país. “Se abrieron unilateralmente, bajando tarifas y aranceles a las importaciones. Fue una revolución, porque tenían una industria muy protegida, con empresas públicas que no eran eficientes, con un nivel de sindicalización similar al de Uruguay, y una regulación centralizada a nivel laboral”, resumió.

Munyo señaló que en Uruguay se puede avanzar hacia una reforma similar a la australiana, ya que hay temas que “trascienden los polos ideológicos, como el mundo del trabajo, la automatización y la tecnología”.

Al finalizar el encuentro, los asistentes pudieron apreciar la exposición fotográfica sobre Dubái a cargo del fotógrafo uruguayo Leo Barizzoni.

 

 

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